sábado, 8 de septiembre de 2018

ANUNCIOS DE CAMBIO

     Esta semana -primera de septiembre del 2018- ha sido pródiga en sucesos. Es posible que los españoles estén tomando posiciones para enfrentarse a un período de crisis (otro) que esta vez se anuncia con redobles.
    El "macho alfa" de PODEMOS (él siempre negó que lo fuera) nos dió a entender en sendas declaraciones, muy difundidas,  que estamos viviendo en una  España "populista" gracias a ellos;  en colaboración, desde luego,  con la minoría hipotecada del PSOE. Es, nos dijo Pablo Iglesias el joven, que España funciona bajo un "gobierno compartido". O sea  que el socialismo ortodoxo se ha puesto en manos del que mejor puede birlarle los votos: el comunista, versión venezolana (¡Si don Indalecio levantara la cabeza...!)
    A partir de esta realidad, todo son promesas, explicadas -por cierto-   con serenidad evangélica que es la mejor actitud para ganar adeptos: actitud propia de los buenos intérpretes dominantes;
sólo le falta una expresión propia del Nuevo Testamento, con un cambio: el del hombre hecho Dios,. ¡Tu fe te ha salvado!
     Nos puede salvar algo bien  distinto:  que en España  -por circunstancias vividas, entre ellas una guerra incivil-  el pueblo tiene miedo -mucho- a perder la cartera y cuando oye promesas, no se fía. Y se pregunta: ¿Quién va a pagar el pienso de la "vaquiña?".
     Los prometedores contestan: los ricos.
     Pero ¿dónde están? Y el dinero ¿dónde lo esconden? se preguntan los de siempre. Como aperitivo ya estamos  al tanto de lo que cuesta un kilovatio.

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