miércoles, 31 de enero de 2018

EL CAMBIO QUE VIENE

     He vivido muchas veces el inconveniente de no darme a entender. Naturalmente , esto conduce al fracaso. El "no entenderse" es un mal generalizado que  termina por llevar, a toda una sociedad,  al callejón sin salida del cuento. Esto está sucediendo  con el conflicto de Cataluña. No se entienden. Claro está, el fallo puede ser intencionado. ¡El acabose! No hay forma de llegar a un acuerdo.
      Aunque no lo parezca, en esta barahúnda tiene su influencia el cambio que viene;  es decir que ya llueve y mucha gente no  quiere reconocerlo. La señal es infalible:  y nos espera lo peor cuando se llega a la desfachatez de mirar sólo al pasado.
      Vean la realidad. Cuando necesitamos un dato histórico, científico, sociológico, etc., ya no tenemos que recurrir a una costosa biblioteca,  propia o pública. Salimos  del paso con un pequeño equipo digital. Es  una palanca mágica que otorga poder al que sabe manejarla.
       Esta chorradita que cuento -pasar datos, referencias,  músicas, investigaciones, imágenes, inventos, dineros, insultos, aplausos, odios, amores, etc.etc.- de uno  a otro continente , está ya generando cambios contra los que no pueden las armas que se han quedado antiguas. ¿Ustedes creen (por poner un ejemplo) que las fabulosas migraciones, ya grandes pero "in crescendo", no están relacionadas con esa facilidad comunicativa tan inevitable como eficaz de nuestros días?
      Como éste, los problemas (y posibles soluciones), con nuevas dimensiones y nuevas palancas,  tienen un cariz universalizado. Los periódicos locales seguirán existiendo, pero las  comunicaciones influyentes vienen de  otras latitudes. ¿Quién  nos iba a decir que desde Bélgica se está dirigiendo, en tiempos simultáneos, una orquesta política que actúa en Barcelona?
      Hay mucha tela que cortar  y para poco valen las inquietudes al uso. Hemos de aprender nuevas técnicas con nuevo instrumental, para nuevos y viejos  problemas. La cosa ha de empezarse en la escuela.
       Malo. La mayoría no lo entiende.

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