martes, 9 de enero de 2018

EL CARGO Y LA CARGA.

     Cargo: me refiero a los políticos y a la persona designada para desempeñarlo. Carga: ha de ser entendida como obligación aneja a un cargo u oficio. Concretado el tema, vaya por delante una  afirmación -discutible, por supuesto- : los políticos, al ser designados para  ejercer un  cargo de relieve, rara vez lo rechazan y menos reconocen que no están preparados para asumir esa responsabilidad, para asumir la carga que conlleva.
      Hace unos días, con ocasión de una nevada, se atascó la circulación de automóviles en una autopista muy concurrida y los conductores y sus familias se vieron obligados a sufrir una espera impropia de un país europeo donde se supone nos acochinan a fuerza de impuestos.
      De inmediato, los periodistas de turno empezaron a sobar el tema y a buscar responsables políticos, y entre ellos algún que otro Ministro. Me recordaban el episodio del inspector de enseñanza  interrogando a un alumno ante su maestro:
      - ¿Quién escribió el Quijote?
      -  Yo no he sido -respondió el escolar compungido.
       El inspector miró al maestro con actitud indagadora y éste respondió:
      - Si el chico dice que él no ha sido, dice la verdad; es de fiar. No ha sido.
       Al ministro le sucedió lo de siempre: encariñado con el  cargo, no aceptó la carga que -como casi siempre sucede- se la adjudicó al maestro armero.
       ¡Oh sorpresa! Nada nuevo bajo el sol.

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