domingo, 24 de diciembre de 2017

MIRAR DE FRENTE; NO AMILANARSE

     Inés Arrimadas, según parece, cede en su intento de formar gobierno en Cataluña. Decisión, ésta, que no se corresponde con  su vitalidad, con su firmeza, con su intuición animosa en pro  de sus seguidores.
     No cuadra esa respuesta en moza tan garbosa y decidida, porque no estamos sólo hablando de Cataluña, sino de toda España; y ha de saber que su éxito repercute en la  Europa unida.
     Ella, los suyos, defraudarían a muchos españoles que esperan el relevo. No es fácil. Pero tampoco imposible.
     La aportación del PSOE, por muy retocada que esté,  es importante. La del PP, en caída vertical y pese a todo, es conveniente y hasta necesaria.  Y los lazos que pueden unirles no se pueden perder. Hay que darles forma y apariencia  y reforzarlos para el bien  común, sin excluir a los secesionistas para bien de todos.
     Y una cosa: no echen en saco roto el valor de la provincia como pegamento integrador.
     Encuentro al amigo Antonio Gómez Redondo que,  tras su saludo,  me endilga esta frase, para defenderse de lo sucedido: "soy alavés, español y europeo. Me cuesta un dinero". Le respondo: "también eres vasco". Y responde: "Aún más caro".
    Me deja preocupado: ¿Cuánto más caro? No sabría hacer el cálculo. Alava se defendía muy bien  y con poco gasto, manejándose con su Concierto Económico Foral y limitado a su provincia  antes de aprobarse la Constitución vigente.  Ahora, gran parte de lo recaudado   hay que entregárselo al Poder autonómico que no es moco de pavo: Euskadi es una nación emergente y esto tiene un precio.
     Y tiene otros inconvenientes. Los políticos no se actualizan, ni se eligen entre los mejor formados. Hay que sostener un amplio censo clientelar para mantenerse en el Poder. Vivimos un proceso de emergencia nacional, muy  complejo y muy costoso que algún día hasta será santificado. Es lo que está pasando en Cataluña
      ¿Una nueva  Constitución? ¿Para qué? Nos llevaría a subvencionar más naciones, más fiestas, más banquetes, más cohetes, más banderas, más clientes para sostener el tinglado...
      Hay un artículo Constitucional sin desarrollar (el 141), que se refiere a las Provincias de España.. Busquen por ahí. Muchas provincias desearían , ser autónomas como La Rioja o cómo Madrid. Hasta podrían tener un  bien estudiado concierto económico provincial inspirado en  la historia: un derecho foral. Y podrían ganarse este derecho por vías democráticas, con su correspondiente referéndum. Por supuesto, todo esto con el fin  de librar a los sufridos contribuyentes de la pesada carga autonómica actual. Ejercer cada uno su fuero separadamente desde su Diputación, para su provincia, tiene sus ventajas y sus encantos. Lo ve un ciego. Claro:  habría que reducir la prodigalidad parlamentaria autonómica actual por un limitado número de consejeros elegidos democráticamente.
      En fin, a  mi no me va ni me viene.¡Claro!  Por el tiempo pasado desde que fui nacido.

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