sábado, 20 de mayo de 2017

LA DERECHA SE RETRAE

     Es lógico. A la derecha le llueven palos inmerecidos.  A la derecha que vota, se entiende; a la derecha limpia de intenciones y pródiga en rectitud; a la que se lo suda para vivir con cierto decoro. 
     Es lógico. Esa derecha se aparta. Se calla, avergonzada por culpas ajenas;  se echa a un lado para dejar vía libre a la chusma; al fin se retrae. 
     Así, conducida por la engorrosa decepción, en un proceso lento pero irreversible, el voto cambia de rumbo. Le cuesta lo suyo, le duele, se siente traicionado... Su primera respuesta,  inducido por su fase de retraimiento, es  no votar. Pero luego, lentamente, concluye: ¿y quién me manda favorecer a los que tengo por adversarios?
     Es lógico. El vendaval, el tornado, está barriendo el escenario de forma imprevista. Puede con todo. Nadie  prevé el resultado, ni 
cómo se desarrollará la nueva escena.
     La derecha, tal y como la hemos conocido, es insostenible; se cae. Llegarán  nuevas ofertas. Llevará su tiempo. Miremos a Europa. No le demos vueltas. Se ven  venir:  una derecha racial, selectiva, con fronteras amuralladas... Otra derecha abierta, dedicada a promover a la persona, sus valores, su decencia, su libertad auto controlada.... Un derecha con vergüenza.
    En ese retraimiento que se palpa, muchos no encontrarán su sitio. 
     En el fondo, cuanto sucede, es normal, responde a una lógica. La humanidad se robotiza. Sobra mano de obra desocupada. El mérito está en ganarse un sitio con el sudor personal, aunque haya luego que darse un baño. 
     No está en la rapiña. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario