jueves, 9 de marzo de 2017

POLÍTICOS DUDOSOS Y GRISES

 
     El hecho de juzgar a un político profesional suscita, entre las gentes de mente despejada, un mar de dudas. Los políticos se contradicen con frecuencia y pecan por  sus falsas proposiciones. Es decir, se comprometen en aventuras de muy difícil explicación y de ahí derivan la frustración de las multitudes y los vaivenes electorales.
      Si se analizan las palabras y conductas de los más significados políticos españoles durante estos dos últimos años, se verá cómo han cambiado de rumbo para adaptarse a las demandas más populares, o para eludir el cumplimiento de promesas que se supone harían perder votos. Pierden prestigio.
    Último dato: según sondeos,  la corrupción política  preocupa a las masas electorales; está en el segundo puesto de la lista entre los achaques de  nuestro País.
    Esto hace pensar, o presentir, a los políticos que nos gobiernan, que  para nada les conviene, por sentido común,  la divulgación de novedades o sucesos que guarden relación con la fronda de episodios corruptos en candelero.
    Una miríada de españoles entiende que si un partido en el poder, por acción u omisión, no responde con prontitud y claridad ante una sospecha de corrupción, está poniendo en riesgo el voto de sus fieles.  En casos así no hay soluciones intermedias.
     Un inexperto político, mal asesorado, provocó con su terquedad las reiteradas convocatorias electorales del 2016, creyendo que las peras estaban maduras. ¡Desolación! No había forma de hincarles el diente . No  se impuso el criterio negativo de un iluminado. No ganaron sus rivales. Perdió él.
      Más o menos, todo seguía igual. Hasta que apareció un señor de Murcia. Aquí, ahora no vale taparse la nariz. No es como antes. El relevó está preparado y funciona.
.     De hecho, los rivales  tienen apalancado al poder. Solo les falta activar los resortes debidos para  provocar la convocatoria de nuevas elecciones. Lo harán cuando vean la primera oportunidad.  Aunque primero, es lo primero: preparar el terruño.
    Se presienten unas elecciones anticipadas, si la cosa no cambia.  No se olviden: el número de españoles preocupados por la corrupción, se dispara.
    Es una opinión. ¡Nada mas! ¡Adivinen quién está a la espera  de la primera oportunidad!
   
 

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