jueves, 23 de marzo de 2017

ORIGEN DEL CONCIERTO ECONÓMICO VASCO

   
(Continuación)

Las peculiaridades forales de los vascos eran diversas y afectaban, en las tierras llanas (sector agrícola ganadero) principalmente, a los buenos usos y costumbres de las gentes. Tenían su   importancia, pero con  efectos secundarios.
     Los factores forales importantes puestos en juego, -con independencia del valor sacrosanto de todo pacto- eran básicamente dos: la exención del servicio militar obligatorio y del pago de tributos, ambos derechos cedidos por la Corona, a cambio de la protección que ésta prestaba para mantener la estabilidad del régimen foral entonces vigente.  En sustitución de estos "deberes", activos en los territorios de régimen común, los vascos harían un donativo a la Corona y, en caso de guerra, participarían con batallones de voluntarios al mando oficiales designados por cada territorio foral. Se mantendría el pase foral, es decir: en caso de incumplimientos por parte de la Corona de estos principios, la orden se acataba pero no se cumplía.
     La primera Guerra Carlista, lucha entre dos Borbones para decidir quién reinaba o no, moviliza a los vascos porque, tras la Constitución de Cádiz, abolitoria de los Fueros, se supone que Fernando VII o su heredero directo asumiría el compromiso constitucional, y su hermano Carlos V, no; éste se proclama defensor de la religión y de los fueros vascongados.
     La guerra es devastadora y para acabarla dos generales personifican los deseos de paz y firman el convenio de Vergara.
     Expuesto el tema a grandes rasgos,  el meollo del convenio, está en el apartado primero del, documento: "Espartero recomendaría al Gobierno proponer a las Cortes la concesión o modificación de los Fueros". La concesión de algo que ya existía, o la modificación  de lo existente -ya lo dijeron probos carlistas de la época- era una traición.
     Era  fama extendida y mantenida entre vascos que la palabra dada  -la paz a cambio de mantener los fueros- iba a misa. Y no fue así. Se sintieron traicionados. Y ésto, perdura y se transmite de padres a hijos. Sabino de Arana, es un hijo del Fuero: Dios (religión) y ley vieja (tradición). Pero Arana es nacionalista y pone a debate algo  que no existía: la nación. La nación, recién instituida para España con la constitución de 1812 (otros conceptos de nación no hacen al caso), reniega de los fueros, a los que considera un privilegio medieval. Y hay que acabar con los privilegios, según la ética del cambio impuesto por los Ilustrados.
      Ahí está la entraña de este desbarajuste autonómico que tenemos montado en España.  Vascos y catalanes, vienen a coincidir. A mi entender, la nación tuvo  su tiempo y trajo muchas guerras.
      Los problemas sociales se mueven hoy en otras dimensiones.

(Continuará)

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