martes, 31 de enero de 2017

PARADÓJICA LIBERTAD DE ENSEÑANZA

     Sucesos inesperados: En Vitoria, las instituciones docentes han detectado que un cierto y no corto número de familias domiciliadas en esta ciudad, han falsificado los datos residenciales para conseguir, en beneficio de sus hijos, una  plaza en aquellos pocos centros o colegios que se distinguen por impartir la enseñanza con éxito, respecto a la mayoría que, a su juicio, no alcanzan el nivel deseado.
     Esto que describo, someramente , ha salido en los medios de comunicación con pelos y señales que les ahorro porque, como decían los del antiguo régimen, importa el pecado y no los pecadores.
     El caso es que las las aspiraciones de esas familias han sido cortadas de raíz y los protagonistas del desafuero han sido propuestos para un oportuno castigo, tal y cómo -según los funcionarios competentes del ramo-se merecen.
     Ahora bien, mirando la cosa desde la perspectiva  que las Naciones Unidas puso en juego para redactar la Carta de los Derechos Humanos, estos padres no han hecho otra cosa que adjudicarse algo que les otorga el apartado número 26 de tal documento: "Lo padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos".
     Al asumirse constitucionalmente la vigencia de la Carta humanitaria y declararla obligatoria en España, quedó luego  también asumida  por el Estatuto de la Comunidad Autónoma del País Vasco y, en virtud de todo ello, habría que examinar esta paradoja creada en Vitoria, para darle al problema la solución lógica que demandan las instituciones.
     Sé de sobra que la realidad nacionalista  -tanto la vasca, como la española o la norte americana y demás familia- están llenas de paradojas y de contrasentidos- que luego lo pagan los mas inocentes -como es el caso, en esta ocasión  los niños- por la tozudez rocosa de los políticos de corto vuelo: es decir gallináceo.
     Es igual; lo  malo no es contar el suceso, sino padecerlo,  gracias  -para más inri-  a que la leal  oposición al poder se fija en frívolas demandas, y  nunca esta al quite en los asuntos graves.
     Este de la libertad de enseñanza es uno de ellos.




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