martes, 17 de enero de 2017

CAPITALISMO Y PRECARIEDAD LABORAL

       En España, como sucede en otros países poco o mal desarrollados, una parte del empleo creado en los últimos años se califica por su precariedad : trabajo mal pagado e inseguro. Como si el capital, cansado de invertir en la producción de bienes y servicios que demandan mano de obra,  dedicara sus dineros a negocios especulativos
       Los Gobiernos, encadenados a sus promesas en favor de los parados, suelen valerse, para promover empleos, de dos tipos de soluciones: la socialista,  tendente a que el Estado se dedique a crear y patronear empresas de todo tipo, y la liberal, que cuenta con la iniciativa privada para que sea ésta la que cargue la tarea promotora de puestos de trabajo dignos. Doble camelo.
       En los tiempos  que corren, inseguros, inestables, indecisos, la iniciativa privada se retrae; es muy difícil navegar entre vientos cambiados, en un mar de piratas, -algunos con patente de corso- a la buena de Dios; es decir pendientes de lo que digan y hagan unos y otros: los rusos,  los americanos del norte, los terroristas del  este, los bolivarianos y chinos del oeste  y los emigrantes subsaharianos del sur. Para colmar la situación,  los principales países europeos, en vísperas electorales,  con lo que ello implica, andan a vueltas con  el Reino Unido en vías de despido, no se sabe cómo.
      No se dejen llevar por el pesimismo. El día menos pensado nuestros políticos, generosos con el dinero de todos y dispuestos a cargarse de deudas, están ya fraguando un incierto futuro cargado de sorpresas.
      Preocupados por crear empleos, nuestros políticos, en la higuera, no advierten que si algo necesita España son más contribuyentes ricos. Hay que darle la vuela al calcetín. Para crear trabajo digno, hay que contar con gobiernos adinerados. Y claro, a fuerza de apretar la tuerca, los españoles  somos cada día más pobres. Y el País se carga de deudas. ¡Digo yo!
      Sus promesas -las de los políticos- en el fondo conducen a  repartir igualdad. Y claro está, es mas fácil ser iguales por abajo que por arriba.
       ¡Así nos luce el pelo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario