viernes, 9 de diciembre de 2016

UN PORVENIR NO ANUNCIADO

     Si usted vive en la Vasconia peninsular y, sin presumir  de serlo, se siente ciudadano español - sin añadidos regionales-  percibirá una presencia superabundante de la iconografía nacionalista vasca, frente a una ausencia casi total de la española.
     Naturalmente los órganos de influencia autóctonos, con el asentimiento de  otros que no lo son, atienden con significada intensidad la tarea de  proclamar y difundir los que podrían llamarse valores vascos, al tiempo que ignoran -y a veces condenan y desprecian- los que se pueden interpretar como marcadamente españoles.
     Esta pauta de conducta, este  superposicionamiento de lo vasco sobre una población mayoritariamente mestiza,  o llegada al País desde otros puntos de España, no es espontánea, no ha surgido sin más.  Tiene unos orígenes muy meditados.Sólo constato hechos.
     Ya el respetable Sabino de Arana y Goiri lo dejó escrito en "Bizkaitarra" núm. 13: "Hacer de Euskeria y  España una sola Patria, eso no es posible". Claro está: la Vasconia de Sabino de Arana, contaminada por españoles pobres, era muy distinta de la actual. Hoy Euskadi,  está mucho más mestizado y no hay tanto obrero deprimido. La doctrina nacionalista necesita, por eso, para hacer de Euskadi una nación,  ser distinta,  "vasconizar" a las gentes. Es más importante una frontera idiomática y costumbrista, que los límites geográficos trazados en los mapas  para justificar las existencia de una "nación".
       Ante este oleaje de valores autóctonos, más o menos adulterados, los "hispano vascófilos" están solos y divididos. ¿Puede derivar lo que hoy es tendencia en la formación de dos comunidades? Depende del grado de discriminación de una comunidad, la vasca, respecto a la otra: la vasco-española. Hoy por hoy, esas diferencias apenas existen; pero hay indicios de que pueden surgir, según zonas.
       Al parecer el Gobierno central no quiere saber nada de estos síntomas. Es un tema muy  complejo, que no suele aparecer en las  negociaciones sobre una escisión en potencia..
       Españolitos de a pie: ¡Que Dios os pille a todos  confesados! Yo estoy a punto de pasar a la otra orilla. Eso me salva.






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