lunes, 26 de septiembre de 2016

GANAR ES UN ACTO DE FE, SI LO TRABAJAS

     Ayer (25-09-2016) coincidí en el colegio electoral de Mendizorroza con un líder del PP a la hora de introducir la papeleta en la urna.
     Me conozco;  e incapaz como soy de disimular mi resignación perdedora, le dí un giro positivo a mi saludo y sentencié en voz alta: "Esto  sólo se podría remediar si la política del PP en el País Vasco vibrara al unísono con el sentir de sus gentes; hay que dar con la llave que abra esa puerta del sentimiento y desde Madrid han de comprender el valor de esa iniciativa y respetarla".
     No le dije al líder dónde estaba esa llave;  no tuve  tiempo:  lo secuestró la turba mediática.(Turba: grupo de personas que actúa espontáneamente) La llave está en la escuela y en la buena administración de los bienes financieros  que se manejan en toda empresa; sin olvidar que la política ha de ir por delante de la intendencia.
     Luego, tomando un café, me pude explayar con un sacrificado amigo que me soporta con sabia paciencia. Le dí a entender, mejor o peor, que la Constitución española vigente, a través de su articulado,  ofrece oportunidades para llegar hasta la médula de los problemas familiares en todas las regiones de España, incluido el País Vasco. Y le hice ver que para llegar a esas familias hay que entrar por la escuela, hoy en poder de la competencia.
     ¿Y qué más? Las finanzas, amigo: las finanzas. No pueden faltar los medios económicos que, bien utilizados, permitan conseguir nombradía y prestigio. Medios alcanzados con limpieza y honradez, premisa inexcusable; como la mujer del César, además de ser honestos hay que  parecerlo.
     Para llevar a buen fin un proyecto de ese tipo  ha de estar precedido de un debate concienzudo, mantenido con personas que pueden aportar ideas positivas. Y hace falta, también, un  equipo competente que pueda desarrollarlo; todo ello desde una humildad franciscana, para convencer, influir y ganar poder.
     Y eso ¿cuánto cuesta? Mucho menos de lo que algunos piensan si se hace con talento.
      Ahí quedó la cosa.
      Esto aparte, ya estoy acostumbrado: no se preocupen.  Es más fácil analizar que realizar. Sólo pretendo registrar mis vivencias sobre procesos decadentes que están cantados.
      ¡Ustedes perdonen!



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