viernes, 21 de agosto de 2015

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA XXXI

     LA INCONFESABLE ATRACCIÓN  MORBOSA.- Todos los días me desayuno con noticias referidas al último crimen o al latrocinio político de turno. Es la mantequilla del morbo con la que, desde los medios con mayor audiencia, se nos ayuda a iniciar la jornada. Me pregunto si estamos ante una rectitud informativa o la cosa tiene truco.
    Me dicen  que  el "morbo" atrae a las masas y que el mérito periodístico consiste en tener enganchada a la audiencia, sirviendo la noticia con buena dosis de intriga y haciendo rodar  la bola con un creciente interés y buenas dosis de comportamientos escabrosos a cargo del aún presunto culpable o presuntos  si fueran varios. Es como el cine negro, del que se  diferencia por sus protagonistas, reales como la vida misma,  y por su desenlace imprevisto y, a veces, de larga duración. La búsqueda y el encuentro de los fallecidos fuera de escena, puede llegar a ser un culebrón.
    El caso es que la política española -con todo lo democrática que pueda parecer-  recibe un tratamiento parecido, pese a dar muestras de agotamiento. Cada día aburre  más si está libre de morbo,  pues es cierto que los jerifes del caso han aprendido a no poner la mano en el fuego por los imputables; y a demostrar que una cosa es la camaradería y  otra la responsabilidad. Es decir que, como en el  mundo de los perros,  cada chucho, por instinto, ya sabe dónde lamerse.
    Hay que precisar: al ladrón hay que llamarle ladrón (presunto ladrón, por supuesto; la gente lo entiende) y al angelical tontainas que lo tuvo a su lado sin darse cuenta, hay que llamarle tonto y echarle a un lado.  Es lo que está pasando: hay más  tontos que chorizos y tanto revolver basura, la gentes se cansan. Pierde interés el caso.
    Por eso en las próximas elecciones (encuestadores aparte), habrá sorpresas.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario