martes, 4 de agosto de 2015

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA XVI

     LA CASTA COMO ARGUMENTO.- Los jerifaltes de "Podemos" pegaron contra los partidos más o menos instalados en el poder con un palo argumental demoledor: la casta.
     La "casta" era a efectos políticos una especie separada de individuos (hombres y mujeres) que, amparados en el noble ejercicio de la política, en realidad perseguían su propio medro y, tras conseguirlo, se afanaban en el logro de un buen pasar, una vez retirados del diario quehacer, a través de "las puertas giratorias".
    ¿Quiénes pertenecían a la casta? Una buena y significativa parte de los políticos que venían ejerciendo el poder desde que se instauró la democracia en España. ¿Cómo  procedían? Con toda  impunidad debido a que -salvo en contadas ocasiones- las instituciones funcionaban sin control,  las decisiones políticas estaban viciadas por la falta de transparencia, la  corrupción había llegado a consagrarse  como válida en los boletines oficiales y las mayorías absolutas lo tapaban todo.
    La protesta llegó a la calle, aparecieron los primeros cabecillas, formaron organizaciones políticas de nuevo cuño y estilo, arremetieron contra los instalados, se presentaron a las elecciones, tuvieron éxito y ahí están  palpando las poltronas y, con el proyecto en marcha, aspirando a  erigirse en gobernantes de España.
    Mas ¡oh sorpresa! Han dejado de hablar de la casta. Y hasta cierran tratos y alianzas con singulares políticos pertenecientes a esa casta. ¿Qué está pasando?
    Se vislumbra el cambio. ¿Desde cuándo? Desde que los "no castizos"  han pisado alfombra. Han comprobado que las mismas cosas, los mismos hechos, se ven de distinta manera desde la calle (desde el "podemos") que desde el poder (desde el "tenemos") . Algo que ya sabe un niño: las cosas, las tentaciones aparecen empequeñecidas desde la lejanía; son tentadoras cuando se ven de cerca,  cuando se miran desde el piso llano.
     Ya no hablan de la "casta". Pronto dejarán de hablar de las "puertas giratorias". No es que hayan perdido frescura; es que ya empiezan a tenerlas  cerca (otro punto de mira) y la golosina es así más tentadora.
     ¡Ya veremos como cultivan sus bellas virtudes estas gentes del "Podemos"! Si son españoles y no han hecho voto de pobreza, dudo que resistan la tentación. ¡Cosas veredes!

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