domingo, 13 de abril de 2014

IMPERATIVO GLOBAL.

    Este concepto,  globalización, aparece con frecuencia para esclarecer ciertos aspectos que nos ofrece  la vida actual que, de otra forma, seguirían en el limbo de los niños. Por ejemplo la globalización, nos  dice, que las clases medias y bajas, ancladas en hábitos heredados, van a ver reducido su nivel  económico en beneficio de otros sectores sociales.
    Les confieso que no  veo la relación causa efecto, pero nadie negará que nuestra prolongada crisis la están pagando las mencionadas clases sociales y, si esto fuera verdad,  no hemos hecho más que iniciar el proceso: esto no se arregla en dos inviernos.
   Unos anuncian que, para prosperar,  hay que estar montado en la cresta de la ola globalizadora. Otros, con acento de sabiduría,  sugieren:  huye de toda tentación; frente a los que anuncian que la abundancia -valor añadido implícito  a la globalización- te da libertad, piensa que la sobriedad y renuncia a muchas necesidades ficticias, es la que de verdad te hará  libre.
   Un ejemplo de globalización nos lo dan el Real Madrid y F.C.Barcelona. Tienen hinchas en todo el mundo y su plantilla, muy bien  pagada, llenaría un  estadio allí donde fuere. La gran masa de aficionados que pagan su entrada para ver el juego de estos clubs   lo hacen muy a gusto, pese a tener la mayor parte  de ellos sus ingresos congelados.
   Me informa  "Wikipedia"  que  la globalización "es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan ese carácter global".
   Para mí que España, empezando por sus políticos, se ha quedado atrás, es decir que, desde la escuela misma, no se han hecho esas transformaciones que demanda la globalización y, así,  estamos cantando de oído.
  ¡Venga a dar la matraca independentista inspirada en la forja de nuevas naciones .-inquietud  propia del siglo XIX- cuando lo que prima es unirse
en supranacionalidades que nos garanticen un puesto destacado en el futuro del planeta Tierra!
   Para esto hay que empezar desde la escuela, y la escuela en toda la superficie que hoy ocupa España, está  algo así como dormida, cuando no anestesiada a fuerza de impartir doctrina del sesgo que fuere y arrinconar la ciencia.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario