viernes, 18 de abril de 2014

DEMOCRACIA A MEDIAS..

     En los países democráticos verdaderos, es donde mejor se aborda la solución de sus problemas. En los países donde la democracia funciona a medias, los mismos problemas se arreglan tarde o no se arreglan.
     En Suiza se ha sometido a referéndum un conjunto de normas limitativas de las corrientes migratorias. Han votado en favor la mayoría y, en consecuencia, se cerrarán las fronteras a nuevos emigrantes, incluso a los procedentes  de  países europeos. Han llegado a tomar la decisión sin grandes polémicas.
    En España, el solo hecho de plantearse esta consulta levantaría ampollas y las críticas, de los siempre  generosos con el dinero de todos,  se prodigarían a diestro y siniestro.
   Desde luego,  hay que atender  cada día el gran universo de los países pobres, de donde sale la mayoría  de la emigración. Pero hay que hacerlo en el punto de origen. Esto ha de entrar en la cabeza de los gobernantes, primero, y del pueblo llano después. Y no es problema de una nación, sino de organismos que ya existen, como las Naciones Unidas. Allí es donde han, o hemos, de presionar en favor de una equitativa solución del problema.
   Es lamentable que en nuestro país  -también en otros es cierto- impere la costumbre de culpar de toda desgracia al adversario político.  No hagamos diferencias; son todos iguales: los rojos que los azules. Hasta han creado una técnica especial en sus discursos  para cargar cualquier daño sobre el contrario. Así se forjó el "nunca más".
   Lo racional  sería - como hacían en  mi pueblo cuando se producía un incendio- reunirse todos para coordinar esfuerzos en su afán de sofocarlo. Pero de eso, lo demócratas españoles -que presumen además de serlo- no tienen la  menor idea.
   ¡Y así nos va!


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