Con mis limitaciones -que no son pocas- y mi audacia que vuela sola, heme aquí interesado por el programa que han publicado a medias los promotores de un profundo cambio que nos anuncian -populistas aliados a la social democracia- y gracias al cual se juega la calidad de vida un amplio sector de la clase media española que no reacciona y hoy por hoy, con su pasividad, favorece que vayamos los más a la deriva.
El programa es muy complejo, tanto como para causar mil dudas: ¿de dónde sacar la pasta necesaria para poner en juego a una multitud en paro o para educar a un pueblo masificado que se resigna a ejercer los oficios peor pagados?
Estar preparando un paraíso tirando cada uno por su lado - si te divides no vencerás- tiene su respuesta: la pobreza de muchos y el aprovechamiento excesivo de pocos; los amos, en el más amplio concepto del término, a la bolivariana.
La organización se la Europa moderna no acaba de cumplir su misión unionista y leal a cuatro impulsos básicos: crear y defender los puestos de trabajo remunerados dignamente; el retiro garantizado de ese personal por su edad, en las mismas condiciones; la vigilancia y mantenimiento de la salud colectiva y personal; y -como base de todo este proyecto- la difusión de una enseñanza excepcional que alcance a todos en persona y colectivamente y nos coloque en la vanguardia del éxito.
Por esta ruta iba la UE y miren por donde está ahora como dormida. De otra forma no estaríamos asistiendo a este derribo español tan aplaudido por los amos de los mejores órganos de influencia.
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