miércoles, 29 de enero de 2020

EL FUTURO DEL VASCO NO NACIONALISTA

     El "no nacionalismo" está por definirse con signos positivos. El "nacionalismo", muy al contrario, tiene la facilidad de hacerse entender dando un giro positivo a su explicación: soy nacionalista porque amo mucho a mi pueblo.
     Como puede advertirse la idea anterior prospera por sí misma: amo a mi pueblo luego soy nacionalista.. Idea que incluye que si yo no soy nacionalista, malamente puedo  amar a mi pueblo. Lego estoy para el arrastre. Pero no es así...
     Leo que el PNV -nacionalista vasco con amor a su nación, Euskadi-,  tiene preparado un argumentario que supone está ya llegando el tiempo de la independencia soberana,  ganada a pulso a fuerza de constante inteligencia.
      ¿Y qué dice el centro derecha vasco y votante que también ama a su patria pero no es nacionalista? ¿Qué dice...? Nada que merezca la pena. Y no dice nada porque sobre este problema -elegir entre dos patrias, -España con Vasconia, o Euskadi sin el Estado- es para ellos un negocio respetable, pero que los demás no entienden.
       Esto -como puede verse- tiene su explicación que debe de ser objetiva, fácil de entender si se explica bien y se corresponde con sensible lealtad. No cabe la trampa. Tampoco la partitocracia.
      Si no hay gente de valía y leal, hay que buscarla para discurrir en positivo. No se olviden: si esto no se debate y se concluye en soluciones justas, equitativas y racionales, las distancias se marcarán con potencia y terminarán por sí en dos identidades peor o mejor dibujadas...
      Moros y cristianos... lenta formación, pero posible.
     

     

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