El "no nacionalismo" está por definirse con signos positivos. El "nacionalismo", muy al contrario, tiene la facilidad de hacerse entender dando un giro positivo a su explicación: soy nacionalista porque amo mucho a mi pueblo.
Como puede advertirse la idea anterior prospera por sí misma: amo a mi pueblo luego soy nacionalista.. Idea que incluye que si yo no soy nacionalista, malamente puedo amar a mi pueblo. Lego estoy para el arrastre. Pero no es así...
Leo que el PNV -nacionalista vasco con amor a su nación, Euskadi-, tiene preparado un argumentario que supone está ya llegando el tiempo de la independencia soberana, ganada a pulso a fuerza de constante inteligencia.
¿Y qué dice el centro derecha vasco y votante que también ama a su patria pero no es nacionalista? ¿Qué dice...? Nada que merezca la pena. Y no dice nada porque sobre este problema -elegir entre dos patrias, -España con Vasconia, o Euskadi sin el Estado- es para ellos un negocio respetable, pero que los demás no entienden.
Esto -como puede verse- tiene su explicación que debe de ser objetiva, fácil de entender si se explica bien y se corresponde con sensible lealtad. No cabe la trampa. Tampoco la partitocracia.
Si no hay gente de valía y leal, hay que buscarla para discurrir en positivo. No se olviden: si esto no se debate y se concluye en soluciones justas, equitativas y racionales, las distancias se marcarán con potencia y terminarán por sí en dos identidades peor o mejor dibujadas...
Moros y cristianos... lenta formación, pero posible.
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