domingo, 12 de enero de 2020

POLÍTICA CON FUTURO NEBLINOSO

     No veo que la popularidad de la política, unida al prestigio y lealtad de sus jefes y adictos, constituya en general un un núcleo de virtudes que influyan en el desarrollo de los partidos políticos al uso. Se ha perdido la fe y, si la gente vota a uno u otro es porque las promesas cargadas de felicidad siempre suenan bien, pese a que apenas prosperan. Al fin, los que predicen que van a "perder la piel", terminan  por  perseguir el beneficio propio.
     Colaborar con eficacia y sin reparos para forjar un clima de esperanzas fabulosas con las que hacer felices a una multitud de votantes, no es sencillo pero sí posible. Siempre que el "predicador" de las bonanzas no figure como beneficiado, merece la pena verle y oírle.
     En España -hoy por hoy- desde el sector público no plantean con inteligencia y talento sus proyectos y, por fas o por nefas, el paisanaje ilustrado y precavido, que entiende a los políticos y sus secuaces como beneficiarios directos que "chupan de la goma", terminan por liar el petate para buscar un sitio seguro sin tener que empeñar su fortuna.
    Lo curioso del caso es que al liquidar los resultados económicos de España en los últimos años, son positivos, y los que salvan la situación son las empresas multinacionales que desde el exterior, donde se instalaron, se han salvado de servidumbres antagónicas y chapuceras.
    El estado de bienestar y sus cuatro sectores necesitados de fondos generosos para cumplir sus destinos, están haciendo filigranas para cuidar las apariencias y si desde la Europa -también en crisis- no nos echan el capote puede suceder que las desgracias y miserias, terminen por sufrirlas los que menos culpa tienen
     No hace falta ser un diplomado para ver la generosidad del Poder con los sudados beneficios del pueblo llano. No hace falta ser un titulado para distinguir el bien del mal: los hechos están a la vista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario