miércoles, 25 de abril de 2018

UNAS GOTAS DE POLÍTICA

     Me atrae la política, pero  no me apasiona. Es decir, trato de ver y apreciar los aciertos -según mi criterio- y  no negar (o disfrazar que es peor) los errores que nos toca padecer con la sonrisa en los labios.
     Hoy, el insomnio matutino que me seduce ha traído a colación el futuro de la derecha centrada vasca. Digo de antemano, que no me gusta una nomenclatura que me retrotrae  al siglo XVIII, al diferenciarnos según la bancada que ocupen los leguleyos;  ni tampoco me seduce  "centrarme". Quiero referirme a los que practican  la "moderación" con visión universal y democrática aplicada  a
un territorio singular, como es el País Vasco.
    El insomnio me dice, para empezar, que los moderados vascos están viviendo la soledad más globalizada que han conocido los siglos. Carecen.  de un líder significado que empiece a construir la casa por los cimientos. Es decir, por la escuela.
    Me dirán que una escuela no se instituye en una tarde  de primavera. Cierto. Pero no es tan difícil para un auténtico y decidido líder el intentarlo. Una escuela sin  paredes, cierto también. Una escuela con ideas.
    ¿Una escuela para  moderados  vascos? ¿Sabe lo que dice y propone? ¿Moderarse en el País Vasco? ¡Ni lo curas!
    Pues sí, los hay. Y muy moderados. Tanto que la mayoría están callados o han cambiado de residencia. Tampoco  es necesario  el grito.
     Importa más el hacer y el convencer. Es decir, la escuela.




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