martes, 26 de julio de 2016

EL VOTO RETORNABLE

     Llamó la atención del pueblo llano -del pueblo que vota- un hombre tranquilo con aspecto juvenil, de hablar pausado y expresión amable; animoso, convincente, satisfecho;  daba muestras ponderadas de por qué   defendía la España unida y soberana sin faltar al respeto ni negar el derecho de otros a pensar lo contrario. Se trata de Albert Rivera.
      Se dió cuenta de que otros dos partidos políticos -el PSOE y el PP- coincidían con el suyo, CIUDADANOS,  en ese punto: la unidad constitucional de España. Sólo que Rivera lo  hacía con una franqueza, una tranquilidad, una fuerza que los electores no detectaban en los otros dos partidos constitucionalistas;  además, ambos (PP y PSOE) habían descuidado un punto importante: no sólo que sus leales fueran  honestos, recatados, decentes, sino que también -como se  pedía a la mujer del César- debían parecerlo.
     Y sucedió la pelea del "tú más" entre derechas e izquierdas. "C,s"  no entró en esa  lid, y vencida la indiferencia inicial, tan pronto se anunciaron unas elecciones, decidieron presentarse en toda España para defender un programa centrista renovador, europeizado y moderado. Las encuestas fueron positivas y alentadoras: "C´s" iba a restar votos a esgalla, tanto al PP como al PSOE. Y era cierto. Subían, subían y subían. Se vió en las elecciones municipales y autonómicas
      Entonces, no pudieron remediarlo. Desde "C´s"  decidieron echar una mano con sus votos, erigiéndose en jueces de conductas ajenas, y favorecer a quienes consideraron menos contaminados: a las izquierdas. ¡Grave error!
      Ellos,  "C´s" que captaron muchos votos en los caladeros del PP,  terminaron pactando y favoreciendo al las izquierdas. Temible paradoja:  queriendo  dar una patada en el culo al PP, se la estaban dando a muchos votantes de derechas que habían  votad al "C´s". Esto, el pueblo lo percibe en la dura realidad de su entorno.
      Cuando llegaron las  elecciones generales de diciembre (2015),  no se cumplieron los pronósticos de las encuestas: muchos votantes volvieron al PP. Y en la "segunda vuelta" se repitió la huida del voto que cedieron a "C´s".
      A mí siempre me pareció, por su forma de proceder, que Alberto Ribera era un ganador nato. Es hoy, muy al contrario, una gran promesa malograda. Subió gracias a las derechas enemigas de la corrupción,  pero derechas. Y CIUDADANOS, que parecía pensar y hablar como  las derechas de las que recibió su voto, se inclinó a pactar con las izquierdas. Esto no cuela  y el voto está volviendo a sus cuarteles de invierno.
      Eso es todo. El "C´S" no se aclara. La inquina contra Mariano Rajoy es un pretexto. Lo mismo que subió está ya en línea de caída.
     ¡Todo tiene sus límites!
                                            

   
   

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