lunes, 18 de julio de 2016

COMPLEJA MANIFESTACIÓN DEL MIEDO

     Recién iniciada la sublevación española de 1936, comienzos de la guerra civil, se anunció -en el bando insurrecto- la apertura de banderines de enganche para facilitar el ingreso de voluntarios en la Legión. La Legión era el motor más potente de los sublevados.  Todo bajo el lema de "nada importa tu vida anterior"
     Este "nada importa" animó a muchos,  que se sentían perseguidos por su actividad revolucionaria izquierdista, a buscar esta salida como refugio de pecadores. Así cambiaron de chaqueta para salvar su vida de momento, sin perjuicio -si llegaba el caso- de pasarse al enemigo al menor descuido. En el fondo de su almario anidaba la convicción de que la mayoría de los nuevos legionarios, dieron este paso para superar sus miedos.
     Esta realidad y otras razones, inducen a pensar que las guerras  esconden una compleja manifestación de miedos. ¿Y cómo saberlo? No es fácil.
     Pero sucede no sólo en las guerras... ¿Cómo se explican las masivas corrientes migratorias que se detectan en zonas muy distintas y separadas entre sí, dentro del planeta llamado Tierra?  En la mayor parte de los casos son causadas por el miedo al malvivir que les espera en su patria, allí donde nacieron sus padres, abuelos y...  demás familia..
     El miedo no es buen consejero. El miedo llama al miedo.  Del miedo  migratorio derivan otros miedos. Que en el Reino Unido hayan aprobado su aislacionismo, tiene su raíz en el miedo a un futuro saturado de emigrantes. Hay  movimientos político-sociales  - los nacionalismos exacerbados, los  populismos de derechas o izquierdas, los terrorismos...-  que se apoyan -con razón o  sin ella- en el sufrimiento de millones de seres humanos y en el miedo a padecerlos.
    Dudo que los políticos actuales sean capaces de resolver tan complejos problemas.
    ¡Se les van de las manos!





   

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