viernes, 26 de febrero de 2016

UN SIMPLISMO QUE ATUFA

     Entre PSOE y CIUDADANOS, han firmado un pacto de un simplismo que atufa. Algo que demuestra que la democracia en España está en pañales. Un ejemplo: la supresión  de las Diputaciones. Haciéndolas desaparecer -nos prometen- España sería otra cosa. Pero hay Diputaciones que funcionan  y otras que están convertidas en refugio de pecadores del  partido que sea. La cosa no es de sencillo arreglo, porque en vez de suprimir a la Diputación, habría que dar un  barrido para echar a los hombres y mujeres causantes de la inutilidad registrada. Por ahí no van los remedios del pacto.
     El remedio no viene por ahí; viene por la vía  educativa, por la escuela, a la que tendrían que ir los niños y sus padres. Es un remedio lento, eso es lo malo. Pero si Suecia funciona, es gracias a los suecos. Si la llenásemos de españoles sería como España. ¡Elemental Sr.Rivera! Eduque usted a los españoles, algo imposible sin libertad de enseñanza. Hoy solo nos  dan doctrina y de la mala.
     Con estas músicas, el susodicho señor Rivera se dirige al Presidente del Gobierno  en funciones, para proponerle que se ponga una venda para no ver y unas orejeras para no oír y de paso preparar la cama para que su enemigo personal se de el gusto en nombre de la Patria.¡Celestinesca tarea!
     Verá Sr. Rivera. Es de agradecer su bien intencionada propuesta, pero como sucede en  las Diputaciones, el sí o el no de las cosas depende de las personas, no de lo que digan los papeles.           El caso es que el Sr. Sánchez le dió una coz, despectiva, injusta y sin venir al caso, al Jefe del Gobierno de España, sin advertir que se la daba a millones de españoles. Si ahora, el Sr. Rajoy, pasara por el aro no se lo perdonaría esa millonada de compatriotas. Y es que además, como se demostró ese día y luego en tantas ocasiones, al Sr. Sánchez le faltan dos hervores para llevar con éxito el gobierno de España. Sería un peligro.
     Item más: Hoy por hoy el Sr. Rajoy, con ciento veintitrés parlamentarios  y mayorìa absoluta en
el Senado, tiene más poder en la oposición que si fuera jefe de un Gobierno, con todos los demás partidos unidos para llevarle la contraria.
     Los papeles cuentan, Sr. Ribera, pero menos que las personas. Al fin sucede lo que tiene que suceder. Ustedes perdonen.






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