jueves, 15 de octubre de 2015

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA LXXVIII

     LA MALA PROSA DE LOS POLÍTICOS.- La oratoria de los políticos españoles, por medianeja,  prueba (salvo contadas excepciones) su bajo nivel cultural,  aunque presuman algunos  de todo lo contrario. Lo digo después de haber oído al Ministro del Interior Sr. Fernández,  al jerifalte de "Podemos",Sr, Echenique, y a un secretario político del  PP, Sr. Casado, referirse en sendas respuestas televisadas, a "un ejemplo paradigmático".
    ¿Qué es un paradigma? Según la RAE un paradigma es un ejemplo o algo ejemplar.  Es decir que los tres ilustres personajes se están refiriendo al hablar de un ejemplo paradigmático, a  un ejemplo ejemplar. Cuentan con que el oyente no se entera y les parece distinguido presentarnos la redundancia sin inmutarse.
     Lo mas curioso, entre el negligente uso del idioma español, nos lo  sirvió el   diputado Sr. Coscubella. "Prever" es un sencillo verbo que  hasta para un  niño significa "ver antes".  Ver, veo, viera... dan lugar a prever, preveo, previera... El Sr.  Coscubella dedujo que lo acertado era "preveyera" y así nos lo indicó  repetidamente en su discurso..
     Está claro que nos referimos a  políticos seleccionados para servirse de la oratoria.  Lo malo está en que contagian el error o los vulgarismos más torpes, como sucede con la frase tan generalizada de  "a nivel de..." . Nos dicen y a mal no viene: "A nivel de obispos, preocupa..."  con lo sencillo que resulta decir: "entre obispos preocupa..."; o "las miles de mujeres..." cuando lo correcto es "los miles de mujeres..."
      Pero ¿que futuro nos espera? Porque ¿acaso el. tribunal examinador de los nuevos políticos está en manos de un grupo cualificado que  designe a los aspirantes en virtud de su preparación y también, por su talento, capacidad, honradez  y experiencia?
      Si prosperan las "primarias" tal y como se han planteado aquí en España,  la selección se hará con plena libertad entre una oferta multitudinaria, o sea  a dedo;  y el dedo, como se prueba a diario, no suele estar  inspirado por el Espíritu Santo. Un  político elegido al buen tuntún  sin garantías  que le capaciten  para serlo, podría hacer más daño en  una sociedad que un profesional elegido de forma parecida. ¡Sin duda!
      No se puede confundir la democracia con el  tocino y -por ahora- si en la esfera política han ejercido muchos robaperas y  otros tantos ladrones de verdad, es porque no funcionan los filtros de selección cautelares.

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