sábado, 3 de octubre de 2015

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA LXVIII

     INICIATIVA POLÍTICA.- La matraca que se nos da por algunos politólogos a cuenta de si España  fue o no "víctima" de un rescate impuesto desde Europa,  no conduce a nada práctico. Lo importante es saber quién nos  llevó al borde del precipicio, y está claro que fueron los políticos del PSOE (ayudados ciertamente en algunas  CC.AA. por otros tantos robaperas del PP), con sus ligerezas. Es bueno saberlo, para no caer en los mismos errores.Y lo importante es, también, saber quién nos está sacando del atolladero gracias a su iniciativa. Y está claro, también, que  esta siéndolo -pese a quien pese- el Gobierno del PP.
     Ante esta doble realidad Pedro Sánchez, (Secretario General del PSOE) salta a la  palestra y, con una desfachatez monumental y en un clima de cinismo olímpico,  se planta ante los electores anuciándoles un cambio. Vagamente se presenta con dos imanes  capta  votos: una España federal y sin recortes. "¿De dónde saca p´a tanto como destaca?" ¡Del aire, porque hasta la fecha nos mantiene pidiendo a sus admiradores que tengan fe:  "creer lo que no vimos".
     Pero la política,  como toda actividad humana, o la usas, o te la usan. Franco  dijo que dejaba "todo atado y bien atado" refiriéndose a los destinos de España y resultó ser que no. Y lo que es la vida, los heredo franquistas vieron que la atadura flojeaba. Entonces hubo quién -y no me refiero a Suárez- vio el peligro, lo sintió cercano, tuvo sensibilidad y poder y decidió: "si esto no se mueve, si se renuncia a un cambio controlado, nos damos la morrada en medio de una revuelta de Dios te ampare hermano".
     No  fue Suárez el  que ideó,  sin quebrar la ley franquista, llegar a un cambio que fue capaz de  legalizar al PCE para dejar que se diluyera el  solo. A Suárez le dieron la partitura y la batuta para  que dirigiera la orquesta. Tuvo sus asistencias interesadas y sus detractores sinceros. Pero supo superar el acecho. Y  por una vez,  España salió del atolladero sin grandes quebrantos.
     Claro que el problema de la "unidad de España", quedó ahí como asignatura pendiente. En tanto durase el terrorismo, los Gobiernos centrales tenían una buena coartada para no mover las piezas políticas. Pero el  tufo separatista nos inunda, da el cante,  y  la sensibilidad de todo buen político, lo detecta; no falla: "los separatismos catalán y vasco, saltarán como un tigre tan pronto vean la debilidad de la víctima".
     Cabe decir que desde los Gobiernos de España, no han querido ver  que  tienen  ante sí una partida avanzada en fase de jaque mate.  Por supuesto, hace falta capacidad imaginativa y sensibilidad política para innovar en materia autonómica y salvarse del peligro.
     No me gusta la política destructiva y algo tendrá de bueno el separatismo cuando en su defensa moviliza a las masas. Yo pediría a todos que se pararan a pensar. ¿Dónde está el futuro de todos los españoles? Intuyo que  la salvación no está en ser más españoles. Sí, -y  por ahí ha de venir el cambio- en ser más europeos.
     Esperemos que acierten, pero personalmente preferiría que la iniciativa del cambio la llevaran los que nos gobiernan.

   

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