URKULLU DENUNCIA EL "PACTO".- Cuando el Presidente del Gobierno Vasco, Sr. Urkullu, denuncia el incumplimiento de un pacto, tiene que ser algo secreto, puesto que aquí la autonomìa vasca dimana de la Constitución y de ésta el Estatuto, o no hay tal pacto. Es decir estamos no ante un pacto, sino ante el cumplimiento o no de dos leyes vigentes conocidas por todo aquel que se haya molestado en leerlas.
Puestos a examinar los cumplimientos que se exigen de estas leyes, tanto al poder estatal como al autonómico, me temo -no sin razón- que el control que practican los nacionalistas es mucho más exigente que el del Estado y esto lo vienen soportando con paciencia los vascos "unitarios" en beneficio de los "separatistas".
Uno de los puntos citados por el Sr. Urkullu se refiere a la bilateralidad del supuesto "pacto", cuyo significado es algo ajeno a las leyes citadas desde un punto de vista contractual. El contrato bilateral es aquel del que nacen obligaciones recíprocas entre las partes.
Los nacionalistas "separatistas" -por simplificar la cuestión- quieren que Euskadi funcione como un Estado que pacta, en pie de igualdad con otro Estado soberano llamado España. Los "unitarios" quieren que Euskadi, como parte que es de España, funcione como nacionalidad autonómica con arreglo a las leyes aprobadas por y para la Nación buscando el beneficio de todos los españoles (incluidos los vascos).
Cuando los nacionalistas piden bilateralidad están pidiendo independencia. No es nada nuevo. Por eso, sería paradójico que se plegaran a vivir en un régimen federal.
En casos como éste, lo mejor que se puede pedir a los españoles es que se enteren. Esto tiene ventajas y desventajas. Pero en política hay que ver el mapa hasta por el forro.
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