lunes, 22 de abril de 2019

VAMOS A ESCUCHAR MENTIRAS

     "Ni un español sin pan ni un hogar sin lumbre". Lo leíamos en el empapelado político de la preguerra. Luego vino lo inesperado y supimos que era verdad el deseo,  pero al contrario.
      La política de todos los tiempos se basa en el deseo de las mayorías. Superada la fase del escrutinio, viene el tío de la rebaja, pone las cosas en su sitio y ¡vuelta a empezar!
      Hoy nos deleitaremos con un coloquio de cuatro. Han estudiado las maneras, porque las "verdades" barajadas a conciencia, van con el naipe. El envite de farol está incluido  en la rutina del lenguaje. No es una  promesa; es una ficción prometedora. Un consuelo anticipado. Es la política a pecho descubierto.
      Si bien se mira el cotarro, la escenificación empieza en el ropaje de cada intérprete. Es los años  de la guerra -tan escenificada como cruel- cada cual usaba su uniforme con las señales de su rango; sucedía  en amas zonas. Las guerras en serio, siempre están jerarquizadas.  La política también. Y los jerarcas no pueden resistir la tentación. No llegarán a usar el uniforme, pero no dejarán de lado a  sus símbolos. Y harán ver que, por encima de todo, son demócratas.
      En fin: un espectáculo que rara vez influye en el recuento electoral.

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