martes, 16 de abril de 2019

EL PODER POLÍTICO

     El poder, reconocido como elemento vital, es ineludible: sin poderes que ofrecer, según el caso y con eficacia, a uno se le puede dar por muerto.
     Al político se le califica  de mil maneras pero su rasgo de autenticidad y valía viene dado por su poderío. Por eso, los políticos tienden a publicar sus facultades: A más poder, más votos. El ideal se perfecciona -ahí está la gracia- cuando se gana: a más votos,  más poder.
      Pero...-por eso también entre `políticos-, para ganarse votos,  está "admitida" la trampa siempre que no se note. Por eso prometen, hasta saciarse, con cuentos de hadas
      En el afán de eludir ese vicio, algunos votantes purificadores tienen propuesto que  a todo candidato dispuesto a ocupar un cargo, se le exija el depósito de unos millones de euros para garantizar que no hará trampas y cumplirá lo prometido.
      Todos sabemos que la "democracia" para andar por casa tiene sus debilidades y los desengañados no votan. Parece que aciertan, pero no es así. No queda otro remedio que votar al menos malo, aunque sea por decencia, a sabiendas que no se lleva.
      ¿Y dónde está el memos malo?
       Eso,tendrían  que enseñarnos desde que uno es niño. Los políticos gatunos se comen hasta las ratas. ¡Con lo caro que está todo!
   

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