miércoles, 26 de diciembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (65)

     ESCUELA ATRASADA.- Me indica un lector amigo que peco de pelma cuando denuncio hasta la saciedad que nuestra enseñanza, la generalizada en España, no está entre las mejores del mundo. ¿Por qué? Porque la sociedad española -salvo las excepciones de rigor- está muy  influida por la política al uso, impuesta más bien por malandrines y follones y no por talentos vocacionales dedicados a la docencia.
     No hay libertad de enseñanza y más del noventa  por ciento de las escuelas y de otros centros docentes dependen en el  plano económico del erario público; y digan lo que digan, la libertad de enseñanza está muy condicionada por tal razón..
     Me  pueden llevar la contraria. Estoy abierto para rectificar y a cambiar de opinión. Ya me explicarán, no obstante, por qué tantos universitarios  españoles terminan dedicándose a oficios no necesitados de licenciatura o haciendo trampas en las tesis y titulaciones para "dar el pego" y calzarse un cargo que da derecho -por ejemplo- a viajar gratis y a todo lujo ¡que ya lo pagará el pueblo que sufre! Está acostumbrado.
      Si el pueblo fiel y laborioso hubiera recibido y asimilado una enseñanza de vanguardia, no estaría padeciendo angustias -como el español- por la inseguridad manifiesta que ofrece la actualización de las pensiones. ¿Por qué? Por puro cálculo, de dudoso alcance hoy,  para la inmensa mayoría de los afectados trabajadores. El sistema pensionado de "reparto" tiene serios inconvenientes. Así está la cosa: ignorada por una gran mayoría de pensionistas.
     No obstante, tengo mi voluntad dispuesta a cambiar de opinión.

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