CAMBIO A LA VISTA.- Vistos los resultados electorales de la Andalucía autonómica (02/12/2018), y ante la posibilidad de que el PSOE se vea obligado a ceder un buen número de cargos políticos bien remunerados, se ha despertado la atención de posibles aspirantes del bando o bandos triunfantes, que se consideran con méritos para ocupar puestos vacantes. Las masas aplauden al personaje triunfante: luego lo envidian.
Pero la vida es como es: no hay para todos, a pesar de que el socialismo, puesto a administrar el "poder", suele ser generosos creando puestos. Como es natural, el sustituto que llega es de otra tendencia, no se siente aludido y deja que todo siga igual en beneficio de sus fieles.
Un magnate del socialismo de los años treinta del pasado siglo -cuyo nombre no hace al caso- dicen que dijo: "Nuestra preocupación ha de ser conquistar el poder plenamente, avanzar y nunca perder lo conquistado. ¿Dejar algo de lo que hemos conquistado? ¡Eso nuca!".
Usted -amable lector- comprenderá que este objetivo persigue también a los beneficiados de toda doctrina, si bien se mantienen discretos y callados. Es lógico, y por ende instintivo: el silencio no compromete. Si bien el poder da vida, es la causa de muchas desgracias. Esto no impide que caigan más y antes los débiles a los que se niega el poder.
El relevo es instructivo y conveniente. Eso sí, dentro de un orden y a bajo precio. La democracia no es equitativa y además es muy cara cuando es auténtica. Como puede comprobarse, la de España es un sucedáneo.
Es para estar contentos ¡Las hay peores!
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