sábado, 22 de diciembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (62)

     CÓMO SALIR A FLOTE.- Medio en broma, pero en serio, dejé caer, días pasados, la idea resolutiva del tiberio catalán, para hacer posible un cambio, a partir  del texto constitucional vigente; algo que permita legalizar la existencia de una o varias repúblicas dentro del Reino de España. Podría,  así, solucionarse la crisis soberanista de los catalanes, con una  "libre  interpretación" de la Carta Magna.
     Aquí y ahora, lo que importa  es  que se vea la buena voluntad del socialismo sanchesco, deseoso de quedar bien con todos,  a sabiendas de que la fe hace milagros.
      Lo malo del caso radica en la carestía que traen consigo estas filigranas leguleyas. Les retrotraigo al cambio de la dictadura franquista por la democracia angélica que tanto gozo nos produjo y tantos disgustos nos da.
      La democracia española de hoy, aprobada por tirios y troyanos con la correspondiente bendición apostólica, -la democracia actual- tiene su origen en las "leyes fundamentales" del llamado Movimiento Nacional. Los prodigios interpretativos hicieron posible que el pueblo español aprobará el cambio de la "tiranía totalitaria" inamovible, por la "disciplina libertaria"  democrática a partir de una ley franquista. Y todo se hizo bajo la dirección del Jefe nacional del citado Movimiento con mando en plaza; claro está: con apoyos del más extraño origen.
     Hay que echarle imaginación, valor y buen estómago. La digestión de tales cambios suele estar acompañada de complicaciones tóxicas. Ese es el caso.
     
     



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