jueves, 27 de diciembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS, QUE ME QUEDAN (66)

     NO SABEN Y NO PUEDEN.- Leo que el volumen de la deuda en España ha crecido de tal manera que, al menor descuido, puede llevarnos a un colapso económico. No es de extrañar dada ,la categoría intelectual de una gran parte de nuestros políticos y el silencio inexplicable de los comentaristas al pairo, ellos sabrán el porqué.
      Nos echará una mano la Unión Europea; una mano a la griega que, más o menos, se padecerá por las clases medias en fase descendente para pasar a clasificarse entre las bajas.
      Esta realidad dura y palpable -los números cantan- indica que ha llegado la hora del cambio de rumbo, sin que el fenómeno actúe como estimulante ante una acorchada sensibilidad del pueblo poco y mal informado.
     La España endeudada soporta a diecisiete gobiernos autonómicos, a los que ha de unirse el central, y ha de cargar con una pléyade -entre titulares, parientes y amiguetes- de camaradas con sus respectivos enchufes. ¡Cómo para echarse a temblar!
     Nadie se atreve a examinar la situación en cada uno  de esos parlamentos, entre otras razones porque sus titulares no quieren identificarse con la realidad  que nos amenaza.
     ¡Así está la cosa!

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