miércoles, 5 de diciembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (48)

     LOS PERDEDORES TRIUNFANTES.- Hace unos cuantos meses tuve el atrevimiento de sugerir -puesto que mantenían su fe en España, como nación- una alianza entre el PSOE, el PP y los CIUDADANOS. No era precisa una sagacidad aguda para deducir que se planteaba, como muy sólida. una propuesta llamada  a esfumarse por si sola (hacerse humo).
     Aunque otra cosa pueda parecer España no ha superado los efectos de una crisis, con tres millones largos de parados, según las estadísticas (que de hecho son muchos más), a los que añadir unas oleadas migratorias incontroladas.
     En esas circunstancias España es como  un río revuelto del que sacan partido los más descarados (o caraduras) vestidos de apóstoles si preciso fuere. Y ante esta oleada, pensando con lógica, creyendo  (de buena fe) que entre socialistas y populares descastados se llevaron ya todo lo que había de aprovechable, depuradas las filas, nadie mejor que los castos "Ciudadanos" para emprender  de nuevo la marcha pese al torbellino secesionista que cuenta con el apoyo de las huestes totalitarias que se animan bajo el lema de "podemos".(Una marcha de españoles  unidos ante el secesionismo, se entiende).
     La realidad se impone. Socialistas y populares están condenados a perder votos por varias razones: han perdido líderes de valía, se  han manchado todos los limpios en beneficio de unos cuantos amantes de la suciedad y se han mostrado muy débiles e  inseguros,  cuando se trataba de defender los intereses de toda España, que es tanto como  decir los intereses de todos los españoles (amenazados desde Cataluña, para empezar).
      Ahora bien:la lucha está planteada por intereses personales. Intereses propios de la tribu; no de la Nación.

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