miércoles, 12 de diciembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (53)

      YA ES HORA .-Cuando el partido que Gobierna se prepara para unas nuevas elecciones suele asesorarse con algún politólogo de fama y, a renglón seguido, nos anuncia una buena nueva. Por ejemplo que van a destinar dos mil millones de euros para mitigar el paro juvenil.¡Y usted que lo vea! El dinero de fácil anuncio suele estar muy escondido.
     Si algo es difícil de conseguir en los días que corren es la "pasta" de los remedios, por la sencilla razón de que en la Europa unida la deuda de cada país asociado se mira con lupa hasta la letra pequeña.
    En la España de hoy -que dicen esta gobernada por socialistas, que, ya se sabe, son españoles de casta como el toro del camino-,  las cosas se complican. El secesionismo se enroca y,  puestos a mear fuera del tiesto,  pueden enredar la madeja y ponernos a gastar en pólvora lo que una mayoría no desea.
    En el fondo, el problema de los españoles -que no de  España- es que, conforme reza el refrán,  no hay harina y la poca que nos queda siguen queriendo llevársela los de siempre. Una cosa es defender las autonomías que traten de repartir y equilibrar el poder de forma que llegue a toda España con equidad, y otra muy distinta  que vivan a la moderna unos pocos con argumentos que dicen  bendijo la historia.
     Si el PP y el PSOE hubieran sentido el constitucionalismo dejando a un lado sus respectivas manías y pecaminosos intereses manejados por  reconocidos sinvergüenzas, otro gallo cantaría.
     Y si pasa lo peor, lo pagaremos todos, como ya ocurrió en el 36.

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