EL TERCER MODELO.- Entre los partidos políticos de España se ha implantado un modelo que se caracteriza -lo mismo en la izquierda que en la derecha o en el centro- por defender unos principios que sirvan de pretexto para ganarse sobre todo la prosperidad personal del que los defiende y de paso todo lo demás.
Hay excepciones en todas las familias políticas pero estos, casos raros por principio, "confirman la regla". El comportamiento de significadas figuras lo demuestra. Tomen nota: los aplausos, que en las Cortes y en otros escenarios del Poder se prodigan en favor del mandamás de turno y conmilitones adjuntos, no tiene otro objeto que el de asegurarse un puesto de relieve de la lista electoral de turno.. No voy a incurrir en citar ejemplos. Y conste que los afectados por la epidemia no suelen acertar en el diagnóstico.
En estas condiciones surge un tercero que sostiene: para arreglar el problema de Cataluña
hay que recurrir al diálogo. Las pruebas demuestran que el diálogo entre sordos es normal entre la especie humana y de esa sordera derivan las guerras. Para justificar tal disparate -la guerra- cada uno se sirve de las ideas que convienen al caso y su razón de existir: la defensa de la religión, la patria, la justicia social, el derecho a la vida, la perdurabilidad de un pueblo, el destino de un idioma... y ¿por qué no? : una vida mejor, la prosperidad del poderoso de turno.
¿Y la política? Se ruega una posible meditación sobre el tema. .
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