¡Alto! Yo no soy economista y si me remito al "valor añadido" y a su significado, es para permitirme algunas consideraciones elementales traducidas al román paladino (en el que suele el pueblo hablar a su vecino).
El, valor añadido, para entendernos y en esencia, es la diferencia que existe entre el costo de un producto o servicio, y su valor en venta.
Si se pagan salarios bajos, con poca influencia en el precio de venta, es porque fabricamos productos o prestamos servicios muy generalizados, al alcance de cualquier profesional y de abundante oferta. Para competir, vender y exportar, o bajas el precio de venta o si lo subes has de rozar la excelencia. Si pagamos salarios altos, no podemos competir ni exportar porque sale más barato comprarlo o servirse en países poco desarrollados.
¿Por qué hay tanto paro en España y tanto empleo precario? Muy sencillo: gran número de empresas no pueden abonar mejores salarios porque irían al cierre, y muchas más no se abren porque ¿para qué, si no hay ganancia? Corresponde a políticos y sociólogos detectar el mal y prometer lo más socorrido: subsidiar a los parados. Pero termina por no ser la solución.
O sea que España necesita contar con industrias o dar servicios innovadores, de vanguardia, último grito, para vender con alto valor añadido, es decir con saneados beneficios. Y para esto hacen falta profesionales muy bien preparados. Y muy buenas escuelas donde nadie pierda el tiempo. Y mucha estabilidad político social en un mercado libre, por lo menos. No lo digo yo, que no entiendo; lo dicen los que pasan por ahí como expertos.
¿Se preocupan de esto los políticos españoles? ,
No, porque, -dicho en confianza y en voz baja- pierden las ocasiones en gran proporción diciendo y -lo que aún es peor- haciendo chorradas (o sea proponiendo remedios poco prácticos).
Nadie que nos conozca puede decir que tenemos una enseñanza innovadora y libre. Estamos en la higuera. Les recomiendo que lean a D. José Antonio Marina. Sin enseñanza o con una enseñanza anquilosada, seguiremos fabricando cucharas de palo o poco más. Aquí el mérito innovador se lo trabajan por libre profesionales y particulares inquietos e innovadores contra viento y marea. Algo se hace. Pero lo nuestro es mantener suculentas nóminas de estupendos futbolistas con alto valor añadido, por dar patadas a un balón bordeando la filigrana. ¡Circo politizado! ¿Quién lo paga? Los que ponen el dinero y se lìan a guerras de banderas; eso sí, el beneficio pasa a "manos listas" para luego llevárselo a paraísos fiscales.
¡Si las paredes de algunos estadios hablaran! ¿Ysi la escuela dejare de ser doctrinaria y se volviera científica?
No hay comentarios:
Publicar un comentario