martes, 20 de noviembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (37)

     La España activa que nos anunció el Gobierno de las grandes promesas, está parada. Sólo se salva Andalucía donde todos los políticos contrarios han puesto sus esperanzas en barrer al PSOE. Lo inmediato nos distrae y desplaza a lo importante. 
     Una novedad envejecida -la corrupción que ensombrece el futuro de los "populares"- puede servir de palanca  para los "voceros"  que -algo inesperado- se abren camino al destacar por su pobreza limpia de culpas y por su valor para jugarse  el tipo con ideas claras y  alianzas netas.
      Los expertos en la materia indican que tanto el PP como el PSOE han sido sobrepasados por la complejidad del  ideario global que se cuela por rutas inesperadas. No debe extrañarnos que, visto el fracaso de la natalidad controlada, empiece a legalizarse el suicidio dulcificado.. En este Mundo sobra gente y las soluciones toscas -al estilo hitleriano- no son bien recibidas. (Véase lo que sucede en los EE.UU.)
       El ramalazo de tralla antigua, con el que nos obsequió el, decadente Sr.Sánchez, al anunciar la desaparición de la gasolina en cosa de treinta años, es un indicio del futuro socialista, si no cambia. Lo cual es difícil.
      La modernidad que  demandan los hechos para no complicar con guerras el siglo XXI, está por ser formulada y discutida. 
      La democracia al uso pide un cambio: Se reforma o revierte en una nueva tiranía.

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