Si me dieran la oportunidad de entrar en un diálogo de mozalbetes sobre el centro derecha concebido a la española y sus inquietudes, les diría: "les preocupa su cocido y poco más; tienen la imaginación atrofiada". Todo esto les pasa, como en la fábula, "a la orilla de un pozo, sobre la fresca hierba", donde pueden perecer. Me refiero a la derecha clásica. Las nuevas son todavía una incógnita, salvo en Cataluña.
Viene esto a cuento de las alianzas que, lo mismo con nacionalistas o socialistas, cerraron los del PP a la ligera,-no hace mucho- sin tener en cuenta el sentimiento de una mayoría que les vota con una lealtad digna de loas.
Yo les diría a esos jóvenes que cito: la derecha en España tiene cuatro sectores importantes en los que no toca pelota doctrinal. Y si a esa derecha no le preocupa el ideario, ¿para que la quieres? Las cuestas abajo yo me las subo.
Los sectores, cada uno con sus problemas son estos: el social (migraciones, paro, pensiones, clase media estrujada), el territorial (secesionismo rampante), el cultural (la escuela politizada y al margen de la influencia familiar) y el internacional (donde pintamos poco, aunque nos digan lo contrario, empezando por Europa).
Pobres y ricos derechistas: la aparición de nuevos partidos es la consecuencia de una historia mal contada.
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