jueves, 8 de noviembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (28)

     ¿Qué.quieren que les diga? La autoridad competente del "poder" ejecutivo -águila para estos casos- ha tomado nota de un aparente desliz impropio del "poder" judicial. Y ¡oh maravilla! le han  puesto el balón a huevo en el punto de "penalti", listo para  marcar el gol. (Dicho sea con todos los respetos).
     En lo sucesivo -por lo menos- los derechos notariales correspondientes a la hipoteca de los bienes en transacción,  no irán a cargo del prestatario, sino del prestamista; no a cargo del débil sino del fuerte. Pero no estoy de acuerdo en que sea el aludido el gol de la victoria.
     Está probado hasta  la  saciedad, por ser norma puesta en juego desde tiempos remotos, que los tributos todos, van a cargo del  último adquirente, Y en este caso lo es el prestatario. Por muchos funcionarios que se activen para que tal no suceda, el valor añadido lo pagan los de siempre; y si así  no  fuere, los perjudicados terminan por poner el cierre a la barraca.
     O sea que, hasta los países dados al marxismo, tomaron cuenta de que el instinto de convivencia conduce a los bípedos implumes con lógicas seculares, a vivir del mínimo esfuerzo,  tomado como punto de partida de todo puño en alto.
     Todo organismo que se crea para hacer funcionar una conducta libre de impurezas humanas, se corrompe o se olvida.
     A no ser que sus rivales se dejen ganar las elecciones por no saber desmontar los sistemas  de engañabobos al uso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario