martes, 6 de noviembre de 2018

PARA LOS CUATRO DÍAS QUE ME QUEDAN (26)

     Los seres humanos funcionamos tirando del o empujando al carro que nos ha tocado en suerte. Sólo unos pocos están dotados para marchar como un "todo-terreno". Y en todo caso, tanto los que tiran, como los que empujan y los que disponen  de  cuatro ruedas motoras, necesitan -para no ir al choque o a la deriva- de un experto que sepa dirigir el cachibache.
     Un partido político  -si ha de caminar y hacer prosélitos- ha de organizarse como un todo-terreno. Necesita energía para las cuatro ruedas y un experto de la teoría y de su adaptación a las dificultades del terreno.
     Pero... los llamados  a la conquista de ese  terreno patrio en toda su integridad, -intención que nadie les niega- no tienen ni  repajolera idea de con quién se juegan los cuartos, ni del final de la película que les espera, si no salen del terreno fangoso donde se han metido.Ni se organizan, en el fondo y en la forma, ni sienten necesidad de una nueva andadura que lleve a una mayoría hacia la paz y la prosperidad que hoy ni se vislumbra.
     ¿Qué se puede esperar de unos "guinduillas" que en nombre de su  Patria entregaron la enseñanza toda al secesionismo más avanzado? ¿Y qué de los creadores de las fuerzas armadas dirigidas por secesionistas de prestigio como si fueran de adorno?¿Y que beneficios dejan esas supuestas embajadas que funcionan como si fueran auténticas?       
      Ahora hay que empezar por hacer cuentas claras y convincentes que pongan de manifiesto: aquí estamos los españoles. Y en otro panel: aquí deberíamos estar con una autonomía bien  jerarquizada.
      Las cuentas claras, para empezar, cambarían muchos votos.
      ¿Pero cómo llamar a cuentas claras a políticos pringados hasta la coleta?

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