En estos días que corren el PP ha redescubierto que su futuro como partido está en la calle y depende de las multitudes que, con sus votos, dan poder.
Y esta empresa, la de ganarse el poder, solo es posible honestamente si el equipo que dirige al partido -en este caso el PP- da muestras de eficacia, de lealtad, de alteza de miras, de ansias de equidad y de generosa entrega respecto a los demás.
Ejercer como político poderoso, exige respeto a unos principios de lealtad, moderación y juego limpio, algo sumamente difícil, sobre todo para los que no valoran las circunstancias que rodean a sus coetáneos.
¿Ya podrá el poder resultante del cambio, el nuevo PP, cumplir con estas normas a lo largo del recorrido que le espera?
España tiene a su cargo millones de nativos pobres, muchos de ellos vergonzantes, necesitados de urgente atención. Añadan a esta realidad la llegada constante de más pobres procedentes de otros países, con un mísero porvenir asegurado.. Tomemos conciencia de lo que nos espera.
El actual Presidente del Gobierno de España, del PSOE se ofreció a los partidos políticos de la oposición al PP para, mediante una "moción de Censura", echarlo de las aulas del poder y reducirlo al ostracismo..
¿Y dicen que el censor no prometió nada a sus socios circunstanciales? La mentira no se abrió paso, pero nadie reclamó por tal dislate: gobernar en franca minoría.
En la lista del empoderado para ejercer el mando por tierra, mar y aire, figuran significados personajes. Y tiene un par de bemoles: todo parece funcionar a las mil maravillas..
Insisto. Hay un pero que -con toda humildad y deseos de no equivocarme- no se puede silenciar: . es un pero que cualquiera lo adivina basándose en hechos históricos: el pero de los hechos consumados. Hecho que al Sr. Rajoy lo pilló en pelota picada y al Sr. Sánchez fueron a despertarlo en pleno desnudo adánico. Hecho consumado en la Cataluña secesionista.
(Continuará).
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