Hay un modo seguro de empobrecer o enriquecer a un país. Para empobrecerlo, llénalo de pobres; para enriquecerlo, de ricos. Es más fácil lo primero, Más difícil lo segundo,
A partir de esta idea, ustedes pueden, en un país democrático, elegir partido. Pero no han de equivocarse. Se trata de defender a los ricos o a los pobres, si bien para que el objetivo, resulte más digerible, decimos a las "derechas" o a las "izquierdas". Y para rizar el rizo, creamos el "centro".
Si uno se inclinan en favor de los pobres, es porque existen y no se les trata con equidad y justicia. Dicho de otra forma, no han desaparecido las injusticias sociales, las grandes diferencias entre pobres y ricos, y esto clama al cielo.
Una de las razones que justificó.la aparición de PODEMOS en la palestra política española, fue su deseo manifiesto de acabar con las injusticias impartidas por los ricos. Nada mejor a este efecto, para machacarlos, que imitar a Venezuela. Pero... la solución, a la larga, viene a resultar peor que la enfermedad. El peligro de PODEMOS y partidos de su cuerda, está en que sus directivos se aburguesan y los dirigidos siguen tan pobres o más que al principio.
Cuando un país alcanza cierto grado de madurez y bienestar los "populismos" se enquistan, pero... nadie está seguro de que suceda así y en ese caso, es mejor no pensarlo. La lógica pide que en el país afectado se imponga una dictadura, sin mirar ideologías.
Superada esta fase a medias, España va viviendo una evolución más o menos dirigida por el gran capital, que bien mirado es apátrida.
¿Cuál es o dónde está la solución? Volvemos a evocar el amor a la Patria: a potenciar los nacionalismos. Bajo esa batuta funcionan las "repúblicas" periféricas independentistas. Se inspiran en las naciones clásicas. Ponen en duda las organizaciones de dimensión continental.
Y los votantes muerden el anzuelo de las urnas. ¿Para qué?
(Continuará)
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