Demasiados políticos para tan pobres resultados. Y a mayor número de inútiles dedicados a tareas nobles sin preparación adecuada, más "chorizos" haciendo crecer el peso tributario. Pasa en España; pasa en muchos más países. Lo malo es que hay quien los aplaude. Y lo peor que la fiesta la pagan desproporcionadamente los más pobres.
Sin olvidar que a España la hacen pobre, sobre todo, los políticos metidos a convertirse en millonarios.
Verán: la mala política (propia de los malos políticos) está tolerando que se llenen de basura las ciudades más nobles. Y no basta con los puercos nativos, es decir los de casa, los españoles, sino que se prima, también, la llegada de extraños, dicen que para favorecer el turismo; así tratan como tal, al desecho de tienta y cerrado de todo el Universo. El turismo, no es eso: es cultura. Y negar la cultura, no impide tolerar la desertización de las zona rurales, recurriendo al fuego, si fuera preciso, para acabar con la historia y para engordar a unos pocos ¡y a qué precio!
Hace años, cuando burocracia en España ya era excesiva pero no disparatada, un ingenioso periodista que conocía el paño, dijo: "Si todo el servicio oficial improductivo se adjudicase por contrata, nos ahorraríamos el cuarenta por ciento de lo invertido". Hoy sería el sesenta por ciento.
¿Que a los españoles les va la marcha?
Es gente de buena fe. Conecte con una emisora cualquiera de TV y verá. Gracias a ellos y otros colaboradores en prensa y radio, sección política, puede medir la talla de nuestra gente metida a hurgar en el bienestar de todos. Salvo excepciones, son de tercera división.
Pueden con el santo y la limosna.
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