sábado, 25 de noviembre de 2017
¿DEMOCRACIA? ¿CÓMO?
Resulta ser que hay dos tipos de democracia laboral, por lo menos: la liberal, anglo sajona americana y la social-demócrata europea al estilo alemán y naciones limítrofes, acogidas al Estado del bienestar.
La liberal crea empleo por la vía más sencilla: a tanto la hora, con descuento del tiempo dedicado a mear u otras delicadezas y despido libre.
La social-demócrata se ajusta a normas sindicales medidas y avaladas por seguros y subvenciones, incluido el paro y despido bien pagados.
No es de extrañar que los liberales registren cifras de paro más reducidas que los social-demócratas. De donde se deduce que lo bueno crea problemas muy serios y tienen que volver los malos para arreglarlos. O sea, algo así como ciscarse con la capa puesta.
He aquí un resumen de las cargas que en las naciones social-demócratas, directa o indirectamente influyen en la política laboral y en el precio final de los bienes o servicios. Es decir en sus beneficios
- Subsidios a los necesitados en edad laboral y sin trabajo con aumento de la presión tributaria.
- Derechos por accidentes, enfermedad o desempleo de los trabajadores a cargo de cada empresa.
- Educación y asistencia sanitaria gratuitas o muy subvencionadas que pagamos todos, cuestan lo suyo, frenan el consumo y cierran negocios.
- Ayudas para adjudicar viviendas a los sin hogar y medios para gastos domésticos, con el mismo resultado.
Solo los países bien dotados de empresas avanzadas y muy rentables han podido hasta la fecha resistir una crisis alimentada desde dentro. En España los muy pudientes lo soportarían; pocos más. Y el cambio está a la vista.
Votaría a favor de ese cambio consciente de que no me rondarán las consecuencias de puro viejo.
Si la UE no busca soluciones, tras los catalanes puede que lleguen otros secesionistas. En las condiciones actuales la solución está en la huida.
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