jueves, 5 de febrero de 2015

POR DONDE MUEREN LOS PECES

     Los líderes ganadores de las elecciones en Grecia, reclamaban la  soberanía perdida por el pueblo griego desde su ingreso en la UE.  De  hecho, su Ministro de Finanzas renegó en público de la  llamada "Troika" que, en representación de los acreedores que tienen prestado dinero a Grecia, ha venido marcando la linea seguir por los países endeudados con ellos, para superar su crisis y pagar su deuda.
    Desde las instituciones de la UE no dieron importancia a esta demanda, que fue atendida, y cambiaron el  nombre del organismo interventor y de las personas comisionadas a tal fin.
    Los griegos se sintieron satisfechos,  cuando en realidad no hubo cambió sustancial alguno: la medicina era la misma aunque con distinto nombre e, igualmente, los médicos eran otros, pero con la misma medicina. Y los griegos tan contentos: ¡Ya somos soberanos!
   Al final, ni les rebajan la deuda, ni se atienden otras propuestas para dilatar el pago de sus débitos, acomodándolos a ventajosas circunstancias ligadas a un problemático crecimiento del país. Los organismos europeos han sido concisos y claros: estas son las condiciones así que, como todos los demás socios, paga y calla, a no ser que Grecia decida dejar de pertenecer al club de la Unión Europea y entonces ¡allá se las componga!; teniendo en cuenta que la deuda seguirá existiendo y tendrán que pagarla.
    Viene a cuento de la fragilidad de las promesas y del subsiguiente fracaso de muchos políticos que, pese a todo, funcionan con el resorte de un tentetieso. ¿Acaso son capaces los engañados de reconocer el engaño? Nada de eso. Se unen al tentetieso y pagan las consecuencias tan felices. De ahí vienen la valoración que en las encuestas se dan a los más  torpes. Alaban su propia ignorancia.
    Pero digan lo que digan, por la boca muere el pez.
   

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