viernes, 20 de febrero de 2015

EL HUESO DE GIBRALTAR.

     El enclave de Gibraltar es un paraíso fiscal, pese a los intentos del gobierno de la colonia (o como quieran llamarla los británicos), que vive su propia prosperidad en medio de una zona deprimida.
     Lo peor de esta situación es que lo llanitos atribuyen la pobreza que les rodea a la incapacidad española para crear trabajo y remediar esta situación. ¡Puede que sí!
     Los distintos Gobiernos de España han tratado de enfrentarse al Reino Unido desde un punto de vista histórico-legal, revolviendo las entrañas del Tratado de Utrech con nulos resultados prácticos.
     A diferencia nuestra, cuando el Reino Unido ha querido conseguir algo, lo ha hecho a la  brava, sin temor a  las protestas españolas que nunca consiguieran anular tales  abusos:  por ejemplo el aeropuerto que funciona en Gibraltar a beneficio de los intereses británicos que  invade una zona neutra y afecta   los derechos de España.
     Esto nos demuestra la debilidad de España frente al poderío del Reino Unido  que - pese a ,lo listos que somos- la vivimos con la mayor naturalidad y honda resignación.
     Padecemos un abuso reiterado en la zona gibraltareña , sin que ni a  tirios ni a troyanos  (a los británicos por un lado y a los llanitos por otro) les importe un rábano que   miles de españoles estén sometidos a criterios coloniales  nunca legitimados.
     Esta resignada conformidad  - por la paz un avemaría -, ha permitido que ese espacio, que con  acierto se llama la vergüenza de Gibraltar, sea zona hábil para  prácticas mercantiles y financieras que nada tienen que ver con el origen  de esta colonia.
    Si los Gobiernos de España no saben  (o no quieren)  plantear este problema ante la  Unión Europea y en los organismos internacionales que entienden de la cosa,  es porque siguen creyendo que la soberanía  colonial lo permite todo. Y si así fuera, le sobran méritos a España para gozar de los mismos derechos que el Reino Unido para abrir   chiringuitos paradisíacos, en cualquier islote o punto un  tanto deprimido de nuestras  costas.
   No es una cuestión  patriótica. Es una razón socio-económica la que debe inspirar una respuesta en este sentido. Miren el mapa de mundo, por favor, y expliquen por qué otras naciones europeas gozan de sus propios paraísos fiscales y España no;  y además ha de padecerlos.
   O todos o ninguno. Si por mí fuera, ninguno.

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