Convenientemente difamado el PP a lo largo de su mandato, por la negligencia de unos y el abuso deshonesto de otros, se ha desdibujado el mérito que tiene haber vencido una situación crítica heredada de la anterior legislatura. Y ahí puede estar la clave de los resultados electorales que se nos vienen encima.
Después de unos sacrificios considerables, -aunque inferiores a los que padeceríamos si hubiéramos sido víctimas de un "rescate"- estamos ante el riesgo de caer víctimas de un desastre electoral, que nos llevaría, al calor de las prometidas bondades de un "cambio", a caer en los mismos peligros que por el momento se han podido evitar.
De la ,conducta pre-electoral del PP se deduce que está poniendo en marcha un motor, para la captación del voto, basado en el "miedo" que dan los que se anuncian como ganadores; "miedo" a perder la estabilidad socio económica que se vislumbra para los españoles, si no ganara las elecciones el PP.
Los otros, los rivales más destacados del PP, muy al contrario, ponen como cebo captador de votos el hechizo del "cambio"; "cambio" de una España pobre y desigual, por otra de ensueño, de la que se desterrarían de un plumazo todas las lacras de la vieja política y se haría justicia primando a los mas débiles a costa de los más poderosos.
Desde mi modesto punto de vista, no sé si los jerifes del PP se dan cuenta que entre las dos ofertas no hay color. Y pienso, una de dos, o en el PP están dormidos o mal asesorados. En cualquiera de los casos, si no despiertan o cambian de asesores, va ser muy difícil que ganen con cierta holgura las próximas elecciones. Me recuerdan la fabula aquella de Samaniego: "A la orilla de un pozo sobre las fresca hierba/un incauto mancebo dormía a pierna suelta..."
Está en el centro derecha - mayoritario sin duda alguna- todo el pescado por vender, pero hay que salir a la calle a ofrecer la mercancía que no es otra, (una vez reconocidos los errores, como ya se ha hecho, y ratificado el arrepentimiento y el propósito de enmienda), que la de su propio "cambio", tan sugestivo que ya está en marcha; el "cambio" hacia una España reconocida y prestigiada en Europa, donde pretende ocupar un puesto de relieve en beneficio de todos lo españoles. Esa es la esencia. Los adornos pueden revalorizarla.
Ayudemos a los votantes, que no son tontos, a votar al "cambio" hacia arriba, y que sean ellos solos, los electores, quienes descubran que incluye la ventaja de la estabilidad.
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