La palabra "repanocha", admitida por la RAE, se refiere en lenguaje coloquial a lo extraordinario por bueno, malo, absurdo o fuera de lo normal.
No se por qué -puedo estar equivocado, lo admito- si en algo tengo fe es en el comportamiento de lo seres humanos en virtud de su clave genética. Tengo en cuenta, claro está,a los genes positivos, pero -en pie de igualdad- no puedo dejar en el cajón del olvido a los negativos.. Tal vez influya en esto que digo, que mis abuelos murieron muy viejos y gracias a eso estoy llevando mi cuarta edad con el espíritu de un mueble antiguo, pero no viejo, y por tanto aún útil; es decir que la genética, (y gracias a Dios, no se olvide) me ha salvado por ahora de ser un material de desecho.
Genéticamente los españoles (incluidos catalanes, vascones, celtas, cántabros, iberos, autrigones, béticos, romanos, árabes y judíos, etc.), salvo gloriosas y santificadas excepciones, muy estimables por cierto, descendemos de un pueblo muy mezclado, bravo, generoso y creyente que lo mismo se apunta a una fe religiosa de profundos y trascendentales propósitos , que al ungüento amarillo; pueblo que a su vez puede exponer un repertorio inagotable de prácticas picarescas. La historia lo cuenta y los genes, quiérase no, se mantienen vivos en nuestros descendientes. Véanse los resultados aquí y allá por donde pasaron nuestros abuelos, unos más pícaros que otros, cierto.Y usted, caro lector no se preocupe: como he dicho hay excepciones.
El caso es que yo creía que ese nuevo partido recién fundado era también`la excepción que confirmaba la regla, Henos aquí, sin embargo, ante el hecho de que en menos de seis meses se ha ido descubriendo lo contrario: los genes están ahí vivos y coleando.
La repanocha: antes aparecían de uno en uno; hoy, gracias a un nuevo partido político, aparecen en manadas.
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