lunes, 21 de marzo de 2016

VALORES DE LA DERECHA.

     Cuando me refiero a la derecha, estoy aludiendo a la derecha sociológica y no a  los políticos que la pastorean. Sé de sobra que gran parte de esa derecha se abstiene de votar o vota a otros por alejarse de los malos recuerdos generados por una corrupción inmerecida  que sufren los electores.
     Podría decirse que la derecha sociológica, ajena a este tinglado de venalidades y sobornos,  ha perdido prestigio en medio de tardíos y muy guarnecidos actos de contrición y de una débil condena del deterioro causado.
      Cabría  argumentar que la corrupción estaba generalizada, también  entre muchos demócratas de pacotilla que presumen de ser auténticos. Sería y es un pobre argumento que nunca aliviaría el daño causado. Y a estas alturas de lo sucedido la mancha es tan extensa y de consecuencias tal mal calculadas, que sólo una catarsis entendida como purificadora, seguida de un sincero arrepentimiento, podría mitigar y no del todo el mal causado.
    Pero además, la derecha poíìtica tendría que reafirmar unos principios, unos valores, una doctrina que hoy está difusa en esos programas políticos donde se advierte, bajo pretextos varios -tal vez erróneamente- que la economía no está al servicio de la política, sino al revés.
    Los valores  familiares de quienes suelen  votar a las derechas, pueden ser de signo conservador, pero no por ello se apartan de un comportamiento que tiene muy en cuenta, la justicia social, la unidad territorial de España y el empuje cultural de una sociedad estable e integrada.
     Creo que las derechas sociológicas, por otros llamadas "centro"  sin perder su carácter, tienen en España, esos tres sectores donde reafirmar y proteger estos valores: el social, el cultural y el territorial, por este orden. Precisamente tres valores conectados a una inmensa mayoría de familias que constituyen -si se hicieran bien las cosas-  el común denominador de un amplio sector de votantes que, hoy por hoy, se inclinan hacia la izquierda con iniciativas mejor explicadas o más aceptables que las de una derecha  carente de dotes didácticas.
      Sin embargo les diré de nuevo: "No hagan caso; puede ser ensoñaciones de un visionario". Pero  "eppur si muove", los votos se van  hacia la izquierda ayudados  por sedicentes secesionistas.
      Ya hablaremos.
   
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario