martes, 22 de marzo de 2016

¿ADÓNDE NOS QUIEREN LLEVAR?

     En la Europa más  o menos organizada en reinos desde el siglo XVI, los tres estamentos privilegiados sobremanera eran la Corona, la Nobleza y el Clero, dicho a grandes rasgos para no alargarnos en pormenores que están más que estudiados. Coinciden en denunciar esta situación distintas personalidades y al final la plebe -realmente perjudicada-  se moviliza a finales del XVIII y desmonta el tinglado de la antigua farsa. Aparecen las naciones al calor de revueltas de signo liberal y con ellas el capitalismo,  gran invento que favorecerá el crecimiento de la burguesía, nueva beneficiada,  y de las masas proletarias perjudicadas.
     Pasa el tiempo, evolucionan los países, las comunicaciones son más rápidas,  corren las noticias, surgen nuevos pensadores, denuncian las injusticias que sufre el proletariado y cobran fuerza  el comunismo y el marxismo allí donde triunfan  las repúblicas democráticas populares; pero también aparecen los fascismos nacionalistas y entre unos y otros se hacen dueños del poder en varios países de Europa (siglo XX) y para perdurar idean los Estados totalitarios donde se aplica la doctrina de la igualdad que servirá de marco  al paisaje de la pobreza,  en beneficio del poder detentado por una clase jerarquizada,  cuyo único propósito termina por ser  el de perdurar en los puestos de mando.
     La historia se repite con nuevos hombres y nuevas mentiras fruto de un parecido ideario, porque todo está inventado.  Ahora, con esta amenaza presente en España, se despepita Don Pedro Sánchez para recomendarnos el cambio e imponerlo, en cuanto pueda, a rajatabla con tal de ser el amo, que es lo que busca. Pero se encuentra con un hueso difícil de roer: el neo comunista, camarada Pablo Iglesias que naturalmente -para eso está en la política- también quiere mandar. Lo dice por las buenas y en paz. Para alcanzar el poder que Pablo Iglesias  ambiciona,  ha pasado desde el insulto al PSOE y sus dignidades, calificadas despectivamente como "casta" maldita, hasta buscar alianzas con ellos para formar gobierno y  convivir juntos hasta caerseles la baba. El caso es apalancar el triunfo.
      ¿Quién trae en su mochila el cambio que incluye el desplazamiento del adversario? ¿Iglesias? ¿Sánchez? ¿Los dos? ¿Ninguno? ¡Ya, lo están viendo! Se valen del descontento creado por los gobiernos que les precedieron (centro derecha y socialismo) a los que  acusan de abusos deshonestos en la administración del Estado, lo que siendo cierto, puede olvidarse por un Pablo Iglesias enternecido siempre y cuando le garanticen el acceso al poder. Ahora,  los socialistas ya no son "casta".
      Sánchez tiene poco olfato pero  es un buen  tipo (por su físico). Iglesias magro de carnes, cumple en el probador y poco más, pero es listo (por su química) y le va a birlar  el objeto de sus deseos a Sánchez.
      Pero si esto sucediera, ¡ya lo verán!, ¿quienes van a pagar las consecuencias si no pudieran macharse a otro país? Los más débiles¡Y Sánchez,  de apuntalador  de esta posible ruina! ¡Los dioses ciegan a quienes quieren perder!, como dicen que dijo Eurípides.
   









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