martes, 19 de noviembre de 2019

NO Y TRES VECES NO

     Es tal el número de falsos políticos que manejan los poderes de España, tal su influencia, tal su seguridad cuando hablan, tal su confianza de futuro, que uno -tras paciente escucha- desearía ser oveja en fase de pastoreo, a sabiendas de que los perros no muerden.
     Pero... estos políticos ignoran que todo tiene un precio y lo que importa es no darlo a conocer, y si no hay tutía...ya llegará el verano con el pienso en las cunetas.
     Corre la noticia de que van a mejorar las pensiones de los jubilados que no pueden subsistir por lo cara que está la vida. Y como de algún sitio ha de salir el dinero piensan  sacárselo a los que se forraron cuando les  dieron facilidades para que su ganancia en negro circulara como auténtica y tener donde morder la chicha.
      Era una injusticia más, ya que en el fondo la ganancia procedente del timo era premiada, y la que llegaba a cambio del duro trabajo,  castigada. Tiene pelotas el caso que provoca el desprestigio y resta votos.
      Dado que este comportamiento crea escuela, se nos anuncia otra solución parecida: vamos a limpiar las carteras de quiénes ganan mucho y pagan poco, para dárselo a los proletarios que se lo sudan. Y los huidizos -cada día más a causa de la globalización rampante- ya están completando la emigración de su dinero a chorros.
      ¿Y cómo se arregla el desaguisado? A costa de las clases medias que también se lo sudan, pero no escapan, o cerrando las empresas,  ya que solo dan disgustos. Y  las cuentas de la Nación España  reflejan la deuda creciente de un país que se siente demócrata para terminar en una dictadura a la latina.
      "No y tres veces no", decía el buen samaritano, y ahí está hoy, crecido y satisfecho con sus alianzas en gran parte anti españolas que resultarán premiadas.

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